Despachos de insumos – septiembre y octubre en caída

Informe Económico

El ISAC que elabora el INDEC y que mide los despachos al mercado interno de los principales 16 insumos de obras, registró una caída de 4,1% entre septiembre de 2017 y septiembre de 2018. Esta fue la primera caída interanual significativa desde febrero de 2017, cuando finalizó la fase recesiva anterior.

27/11/2018 - 06:00Productos

Despachos de insumos – septiembre y octubre en caídaPor Lic. Pablo A. Lara, Director de ESTRATECO ConsultoresEn septiembre el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) mostró la primera baja interanual significativa desde febrero de 2017 (-4,1% anual). Hasta agosto la inercia generada por el volumen de obra en ejecución y el sostenido crecimiento de los despachos de tubos sin costura, traccionados por la expansión de la inversión petrolera, habían mantenido al ISAC en un nivel superior comparado con igual mes del año previo. Cuando se analiza el Índice Construya (IC), que excluye a los tubos para la industria petrolera y a los insumos destinados a la inversión en infraestructura, surge de forma más evidente el impacto negativo que tuvo el cambio del clima de negocios a partir de mayo del corriente año sobre la inversión en construcción privada. Además, el IC confirmó que durante octubre los despachos para obras privadas volvieron a retroceder y de esta manera al considerar los primeros diez meses de 2018, el IC ya pasó a acumular una caída de 1,6% anual.Los números en detalleEl ISAC que elabora el INDEC y que mide los despachos al mercado interno de los principales 16 insumos de obras, registró una caída de 4,1% entre septiembre de 2017 y septiembre de 2018. Esta fue la primera caída interanual significativa desde febrero de 2017, cuando finalizó la fase recesiva anterior.Los principales factores que explican la nueva fase recesiva de la inversión en construcción son: 1. Deterioro de las expectativas sobre el futuro, lo reflejado en una corrida cambiaria que provocó un salto de la cotización del dólar en pesos argentinos superior a 100% en lo que va del año, 2. Aumento del costo del dinero y 3. Caída del poder adquisitivo de los ingresos. En tanto, en el caso de la inversión pública, opera también la menor disponibilidad de partidas presupuestarias en todos los niveles de gobierno, aún a pesar del aumento de la presión impositiva sobre la porción formal de la economía.Hasta que las condiciones macroeconómicas se modificaron drásticamente, el ISAC había acumulado un crecimiento de 15% interanual (enero-abril ’18 vs. enero-abril ’17), tal como surge del gráfico que se presenta a continuación. Pero, luego el ritmo de expansión comenzó a desacelerarse rápidamente. En mayo creció 7% anual, en el trimestre junio-agosto se estancó y en septiembre mostró la primera baja interanual, acumulando en los últimos cuatro meses una caída de 0,9% anual.La evolución del IC, al excluir los insumos para las obras petroleras, demostró que el proceso de contracción sectorial fue más intenso que lo señalado por el ISAC. En enero-abril el IC se había ubicado 11,6% por encima del promedio de enero-abril de 2017, en mayo la suba había sido de 7,4% y en el cuatrimestre junio-septiembre la caída llegó a 10,1% anual. En particular, en los cuatro meses el nivel de despachos fue inferior al registrado en igual mes del año previo y la velocidad de la caída fue creciente: 5,4%, 7,5%, 12,1% y 14,4% anual, respectivamente. Al agregar el dato de octubre, merced a que el IC anticipa en casi un mes al ISAC, el análisis se refuerza. En el décimo mes del año el IC verificó una disminución de 17,3% interanual, elevando a 11,6% anual la baja acumulada en el período junio-octubre del corriente año.Las series corregidas por estacionalidad mostraron que los despachos de obra alcanzaron un máximo en noviembre de 2017 y a partir de ahí comenzaron a descender. Primero gradualmente, luego a mayor ritmo. El comportamiento del ISAC desestacionalizado ha sido más errático que el del IC. A lo largo de 2018 el ISAC fue alternando subas y bajas casi de manera sistemática, si bien las segundas tuvieron una intensidad levemente superior. Entre noviembre de 2017 y septiembre de 2018 el ISAC desestacionalizado tuvo una caída de 4,8% (en el último mes la baja fue de 0,9% mensual). Por su parte, el IC tuvo una contracción de 16,7% entre puntas del período analizado. Nuevamente, al no incluir a los insumos para obras petroleras ni al asfalto (este último, el que más creció hasta abril del corriente año dentro del ISAC), demostrando que la intensidad de la contracción fue mayor para las obras de construcción privada (incluida la refacción).En septiembre de 2018 sólo los despachos de yeso y del conjunto ‘vidrio plano para construcción, tubos de acero sin costura y grifería’ (presentado así por una cuestión de secreto estadístico) lograron ubicarse por encima de septiembre de 2017. En los demás insumos los despachos exhibieron caídas de 1,0% anual (hierro redondo/acero para construcción) hasta 13,3% (bolsa de cemento Portland; se entregaron) y 13,8% (cales). Tal como surge del siguiente gráfico, el asfalto desaceleró significativamente su caída interanual (-1,9%), luego de dos meses con bajas superiores a 30% anual, ubicándose junto a las placas de yeso y los artículos sanitarios de cerámica y los mosaicos graníticos y calcáreos. Por su parte, las entregas de hormigón elaborado cayeron 4,7% y las de pisos y revestimientos cerámicos hicieron lo propio en 5,4%. En el caso del cemento a granel, la caída registrada continuó siendo inferior a la de la bolsa (-6,3% anual). Completaron el cuadro las pinturas y los ladrillos huecos, con bajas de 7,4% y 9,4% anual, respectivamente.En septiembre se despacharon 595.184 toneladas de cemento en bolsa, es decir 91.627 toneladas menos que en el noveno mes del año pasado (-13,3%). La contracción alcanzó a todo el país, con excepción de Tierra del Fuego, donde las entregas mostraron una mejora de 9,9% interanual. En la mitad de las provincias la caída fue superior al promedio general, y desde el punto de vista regional las más afectadas fueron las provincias del NOA y del NEA, Santa Cruz, Chubut, San Luis y también la tercera en importancia, Santa Fe. Cuando se considera el acumulado del año, y dado que el cambio del escenario macroeconómico comenzó a impactar recién en mayo, la mayoría de los insumos registró mayores despachos que en enero-septiembre de 2017. A la inversa de lo sucedido en septiembre, en los primeros nueve meses del año sólo tres insumos vieron disminuir sus entregas en términos anuales: cales, pinturas y el cemento en bolsa.Del otro lado se ubicó el conjunto ‘vidrio plano para construcción, tubos de acero sin costura y grifería’, con un alza de 21,8% anual, seguido por mosaicos graníticos y calcáreos, hierro redondo y pisos y revestimientos cerámicos (ver gráfico siguiente). En todos los casos el ritmo de expansión todavía resultó superior a 10,0% anual. En tanto, el resto tuvo mejoras entre 0,5% y 7,8% anual.En el caso particular del cemento en bolsa, en enero-septiembre los envíos al mercado totalizaron 5.295.414 toneladas, lo que arrojó una baja de 0,7% anual (-36.904 toneladas). Las regiones Patagonia y NOA fueron las más afectadas, con bajas de 5,8% y 2,6% anual, respectivamente. A ellas se sumaron la ciudad de Buenos Aires (-0,7% anual), resto de provincia de Buenos Aires (-2,4%) y GBA (0,0% anual), lo que hizo que la región Buenos Aires tuviera una contracción de 0,8% anual entre los períodos analizados. En las restantes regiones, las caídas de algunas provincias más que se compensaron con las subas de otras jurisdicciones, lo que les permitió mostrar todavía variaciones positivas (Cuyo, 2,4% anual; NEA, 0,8%; Centro, 0,5%).Por su parte, los envíos de cemento a granel ascendieron a 3.696.869 toneladas en enero-septiembre de 2018, lo que arrojó una mejora de 6,9% anual (+240.075 toneladas). En este tipo de envase, a nivel de regiones sólo se observaron caídas en NOA y NEA (-13,6% y -10,7% anual, respectivamente). Del otro lado quedó la región Centro (20,7% anual; con todas las provincias con variaciones positivas), seguida por Cuyo (6,9%), Buenos Aires (6,0%) y Patagonia (5,9%).En este escenario, la serie de empleo formal en la construcción, mayormente relacionada a la obra pública y a las grandes obras privadas que son ejecutadas por empresas formalmente constituidas, también viene mostrando una convergencia gradual al nuevo escenario recesivo. Mes tras mes la comparación interanual arroja variaciones positivas, pero cada vez más cercanas a cero. En agosto se registraron 419.855 puestos de trabajo formales, es decir 0,5% más que en agosto de 2017. En tanto, al contrastar con noviembre de 2017, el mejor mes de la última fase expansiva, hasta agosto se habían perdido 12.959 puestos de trabajo (-3,0%).Finalmente, cuando se mira para adelante, a priori llamó la atención el rebote en septiembre de la superficie autorizada para construir en los 60 municipios relevados por el INDEC, tras cinco meses de significativas contracciones. Sobre todo cuando se tiene en cuenta que entre finales de agosto y mediados de septiembre se atravesó uno de los momentos de mayor volatilidad del año. Pero, cuando se profundiza en el análisis, surge que en gran medida la mejora estuvo explicada por la ‘baja’ base de comparación que estableció septiembre de 2017, mes en que se aprobó un total de metros cuadrados muy inferior al promedio de los meses contiguos.En septiembre de 2018 en el conjunto de 60 municipios se autorizó un total de 740.561 metros cuadrados, es decir 6,1% más que en septiembre de 2017. En tanto, en el acumulado de los primeros nueve meses del año el área llegó a 6,1 millones de metros cuadrados y quedó 7,6% por debajo de nivel de enero-septiembre de 2017 (-498 mil metros cuadrados).

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